PERISCOPIO: Quién será el próximo Presidente de Colombia y por qué
Por Luz Marina Gnecco Plá
Según los únicos guarismos electorales de que dispone la Registraduría Nacional del Estado Civil en su página web, éstos han sido los resultados de las dos últimas elecciones a la Presidencia:
Son muy pocos períodos para hacer un análisis confiable que nos indique una tendencia clara. Pero nos sirve para observar que el censo electoral se incrementó de 2010 a 2014 en 2´991.879 ciudadanos habilitados para votar. Pero si nos remitimos a los guarismos e información de las elecciones al Congreso de la República que se realizaron el pasado 11 de marzo de este año, el censo electoral era de 36´493.318, es decir, se había incrementado con respecto a 2014 en 3´536.160. Y si miramos el censo para la primera vuelta a la Presidencia de la República, elección que se realizó tan sólo dos meses después de las elecciones del Congreso, ya éste era de 36´783.940, es decir, hubo 290.622 inscripciones más para este proceso democrático en tan sólo dos meses.
Lo que sí es claro es que entre la primera y segunda vuelta de 2014 y la de 2018, la diferencia en el censo electoral es de 3´808.782 cédulas habilitadas para votar, casi un millón de diferencia entre el incremento que hubo en el año 2014 con respecto a 2010.
En el mes de enero la MOE denunció que en muchos municipios se había hasta triplicado la inscripción de cédulas para las elecciones al Congreso, situación que ahora vemos continuó hasta las elecciones a la Presidencia:
“En 20 departamentos la tasa de inscripción de cédulas supera el promedio nacional, entre los que se encuentra Atlántico, Meta y Vichada. Entre el 11 de marzo de 2017 y el 11 de enero de 2018, un total de 1.821.823 colombianos inscribieron su cédula para las elecciones de Congreso esto es un incremento de 24% de cédulas inscritas frente a proceso de 2014. A nivel nacional, entre los 1.122 municipios del país la tasa de inscripción de cédulas promedio es de 30,6 inscritos por cada mil habitantes. Con base en la anterior información, se encontraron 356 municipios por encima del promedio nacional. Dentro de estos, se destacan 28 municipios que registran una tasa de inscripción tres veces mayor al promedio nacional”.
Esto puede significar varias cosas, entre ellas que se trate de delitos electorales como la trashumancia, teniendo en cuenta que en 82 municipios de Colombia hay más censo electoral que población, y aunque no deja de ser llamativo, partamos de la buena fe y asumamos que se trata de un mayor interés de la población, y sobre todo de la juventud, en los procesos democráticos; situación que coincide con la más baja abstención registrada hasta la fecha desde la Constitución de 1991.
Vemos también en el cuadro que en las dos segundas vueltas se incrementaron los votos en blanco y los votos nulos, situación que no podemos afirmar de la abstención por ser tan variable entre un periodo y otro, y tampoco de la votación total o de los votos sin marcar porque las diferencias no son muy significativas.
Ahora veamos el cuadro con la votación de los mismos periodos donde aparecen los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta, así como la suma de los votos obtenidos por todos los demás candidatos en la primera vuelta, los que se distribuyeron entre los dos candidatos tras alianzas políticas para la segunda vuelta:
En las segundas vueltas, parte de los votos de “otros candidatos” que participaron en la primera vuelta se fueron para el voto en blanco y nulos, de ahí su incremento en las segundas vueltas. También se incrementó el número de tarjetas sin marcar en las segundas vueltas, pero no fue algo significativo. El voto en blanco es un mecanismo del proceso democrático donde el votante manifiesta claramente no sentirse identificado con ninguno de los dos candidatos. Los votos nulos en la segunda vuelta, pueden significar rechazo. Muchas veces los votos nulos son insultos a los candidatos, son anulados adrede. No tiene lógica que en la segunda vuelta, donde solamente hay tres casillas, haya más votos nulos que en la primera vuelta donde hay muchos más candidatos participando y muchas más casillas para elegir.
Ahora bien, en la segunda vuelta que se llevará a cabo el domingo 17 de junio, afirmamos que surgirán nuevos récords en materia electoral. Habrá incrementos en todo, por lo menos rondarán cerca del 10% la abstención, los votos nulos y el voto en blanco, y se incrementarán pero en mucha menor proporción los tarjetones sin marcar. También habrá récord en el total de votos, pese a la abstención, y será muy alta la votación del próximo Presidente de Colombia, que a nuestro criterio, superará los 11 millones de votos.
En desacuerdo con los dos candidatos, muchos ya han elegido no participar del certamen democrático o participar y votar en blanco. Entre ellos hay un alto porcentaje de la población habilitada para votar y que participó en la primera vuelta.
Si miramos la posición de los excandidatos y líderes de las coaliciones que se presentaron en la primera vuelta, ya Sergio fajardo, líder de Compromiso Ciudadano manifestó que votará en blanco. Lo mismo han expresado Jorge Robledo, líder del MOIR y Humberto de la Calle, excandidato del Partido Liberal.
¿QUIÉNES SE VAN CON PETRO?
Ya está claro que la Alianza Verde apoya a Gustavo Petro, igual que el Polo Democrático y el Partido Alianza Social Independiente ASI, liderado por Clara López. Todos ellos intentan convencer a Sergio Fajardo, a Jorge Robledo y a Humberto de la Calle para apoyar a Gustavo Petro, pero todos han sido claros y se han mostrado renuentes a otra opción que no sea votar en blanco.
Podemos analizar la votación de estos apoyos con los guarismos de las últimas elecciones al Congreso de la República, sabiendo que el Polo Democrático Alternativo es un partido dividido y que la votación de Humberto de la Calle en su gran mayoría es propia, por lo que él representaba en referencia al proceso de paz, que del Partido Liberal, pues la gran mayoría de los liberales apoyaron a Iván Duque y a Germán Vargas Lleras.
Los votos de la Coalición Colombia – ¿Quiénes apoyaron a Sergio Fajardo?
Sin duda alguna, el caudal electoral más importante que entra en juego para la segunda vuelta es el de Sergio Fajardo, candidato de la Coalición Colombia, conformada por los partidos Alianza Verde, Polo Democrático y Compromiso Ciudadano. Al ser tantos partidos, es el más fácil que esta votación se divida, se disgregue, como efectivamente viene ocurriendo.
Sergio fajardo era el candidato de centro, a quien llamaron en campaña el “Presidente Profesor”. Fue apoyado por el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario “MOIR”, la facción extrema del Polo Democrático Alternativo, liderado por el Senador Jorge Enrique Robledo, quien fue elegido Senador con 226.099 votos; por el Movimiento Compromiso Ciudadano, un ala de Alianza Verde liderado por Sergio Fajardo; y por la Alianza Verde, liderado por la exsenadora Claudia López, su fórmula a la vicepresidencia, y por personajes políticos de gran credibilidad y trayectoria, como Antanas Mockus, quien resultó electo Senador el pasado 12 de marzo con 540.783 votos y Antonio Navarro Wolf. En total, la Coalición Colombia cuenta con esta votación en el Congreso de la República:
Consideramos importante hacer dos tipos de análisis para tratar de ser lo más precisos posibles. Uno cuantitativo y otro cualitativo. Habiendo unidad en las adhesiones de cada partido para la segunda vuelta, resulta más fácil sumar la votación de las bancadas de los partidos que apoyaron a cada excandidato cuyos votos pretenden captar y distribuir para la segunda vuelta; y por otro lado, analizar las características y atributos del electorado de cada excandidato, para lograr discernir a cuál de los dos podrían apoyar estos votantes, de acuerdo a sus ideologías y programas de gobierno.
Analizando el cuadro de la votación a Congreso, elegimos la de Senado, por ser la más alta y por tratarse de circunscripción nacional al igual que la Presidencia. Los partidos que conforman la Coalición Colombia obtuvieron en las elecciones al Congreso de la República un total de 2.053.796 votos.
El Polo Democrático para la primera vuelta dividió su apoyo en tres candidatos: Sergio Fajardo, Humberto de la Calle, por ser su fórmula vicepresidencial Clara López y Gustavo Petro por su antiguo vínculo al Polo. Del Polo Democrático deberíamos restar la parte que representa el Senador Jorge Robledo, que se calcula en 300 mil votos aunque él solo obtuvo 226.099 votos en marzo pasado. Sin embargo, aunque Robledo votará en blanco, seamos generosos y se los dejamos al antiguo militante del Polo.
De la Alianza Verde podríamos restar la votación de Sergio Fajardo, pero ese valor no es claro, así que también lo dejamos con todos los votos de su bancada. Sigue entonces Gustavo Petro con un apoyo de la Coalición Colombia de 2.053.796 votos.
Deberíamos sumar ahora por lo menos la mitad de la votación de Humberto de la Calle y Clara López para Gustavo Petro, por ser de los dos candidatos el que más defiende el proceso de paz y los postulados del excandidato. Pero además, porque ya Clara López manifestó su apoyo a este candidato. Esta votación fue de 399.180, pero supongamos también que pese a que De la Calle a a votar en blanco, todos sus votos vayan para donde Gustavo Petro:
Hasta ahora no hay más apoyos manifiestos para Gustavo Petro. Tenemos un cálculo de 2.452.976 votos nuevos para Gustavo Petro en la segunda vuelta.
Si analizamos que en la primera vuelta Iván Duque obtuvo 7.569.693 y Gustavo Petro obtuvo 4.851.254, ya Iván Duque arranca la segunda vuelta con 2.718.439 votos de ventaja sobre Petro, votación muy superior a la que ya podría haberse ganado Gustavo Petro de la Coalición Colombia, el Partido Liberal y el AIS.
¿QUIÉNES SE VAN CON DUQUE?
Iván Duque es el candidato del Centro Democrático, partido que en las elecciones al Congreso obtuvo 2.513.320 votos. Es claro entonces que contó con el apoyo de otros partidos además del MIRA, para haber alcanzado la votación de 7.569.693 en la primera vuelta presidencial.
Está claro también que para evitar caer en denuncias por doble militancia, los congresistas de otros partidos que lo apoyaron no lo van a hacer público, aunque todos sabemos quiénes son; pero esta situación dificulta la suma de la votación de cada bancada para calcular la posible votación de Iván Duque, porque podríamos incurrir en el error de sumar dos veces la misma votación, pues parte de esos votos ya están en los obtenidos en la primera vuelta, incluidos los de la maquinaria política que aparentemente fue la gran derrotada el 27 de mayo. Por eso sumaremos la votación del Centro Democrático y la de las bancadas de los partidos que lo apoyan en la segunda vuelta.
Hasta el momento, se han adherido a Iván Duque el Partido Cambio Radical, el Partido Liberal, el Partido Conservador y el Partido de la U. Hagamos los cálculos:
Observen que no incluimos los 41.458 votos que obtuvo Viviane Morales, que en la segunda vuelta serán para Duque.
Este cuadro nos lleva a pensar en todo lo que podría pasar en Colombia en el futuro, pero antes de analizarlo, volvamos a la votación de Sergio Fajardo: si Fajardo obtuvo 4.589.696 y la votación de las bancadas de los partidos políticos que lo apoyaron suman apenas 2.053.796, ¿de dónde salieron los 2.535.900 votos restantes? Es momento de hacer el análisis cualitativo que anunciamos y que consideramos supremamente importante y diciente.
Además de los partidos políticos, ¿quiénes más apoyaron a Sergio Fajardo?
Recordemos que muchas celebridades de la farándula, periodistas y actores lo apoyaron, pero también debemos recordar que votaron por él grandes empresarios, grupos empresariales y que en las encuestas y foros realizados por la Andi, la W y El Tiempo, donde participaron 325 empresarios, Sergio Fajardo fue el vencedor. El 64% de los encuestados consideró que en Colombia no hay una política clara de desarrollo empresarial y que deben fortalecerse los TLC, situación muy distante a lo que podría ofrecerles Gustavo Petro.
Y es aquí donde, de acuerdo a la ideología de Iván Duque y de Gustavo Petro, y de acuerdo a los votos de la Coalición Colombia debemos analizar a cuál de estos dos candidatos apoyarían esos grandes e importantes empresarios que apoyaron a Sergio Fajardo, como el Grupo Empresarial Antioqueño “GEA”, conformado por 125 compañías de tres grandes marcas: Grupo Argos, Grupo Nutresa y Grupo Supra, todos ellos de gran relevancia en Latinoamérica, que cuentan con más de 12 mil accionistas, que generan más de 200 mil empleos, que producen el 14% del PIB del país[1] y que representan el 55% de la Bolsa de Valores de Colombia.[2]
Aunque no todos los del GEA apoyaron en esta ocasión a Sergio Fajardo, precisamente por la alianza que hizo con el Polo Democrático y por considerar muy agresiva a su fórmula vicepresidencial Claudia López, la gran mayoría sí lo apoyó, motivo por el cual, en tono de sorna Gustavo Petro lo llamó “el candidato del GEA”.
Podríamos atrevernos a afirmar que la diferencia de 2.535.900 votos restantes corresponden a los empresarios, a todo el sector privado y a los independientes que vieron en Sergio Fajardo la mejor opción.
Los cacaos del GEA por ejemplo, que no estuvieron con Fajardo, apoyaron a Iván Duque. Es entonces apenas lógico que en la segunda vuelta todo el Sindicato Antioqueño, como se conoce también al Grupo Empresarial GEA, apoye a Iván Duque. Los empresarios creen en la fuerza laboral, en la iniciativa privada, buscan fortalecerse y expandirse, generar dividendos y esto solo se logra en un mundo capitalista, donde reine la economía libre de mercado sin intervención Estatal. Todo ello muy ajeno al discurso de Gustavo Petro.
Aquí Gustavo Petro no tiene la más mínima posibilidad de ganarse un solo voto, pues todo lo que huela a izquierda no es de su agrado, les produce temor; así que votarán en su contra tal y como lo hicieron en la primera vuelta. Este respaldo, sumado al de miles de empresarios más de todo el país, será de gran importancia para Iván Duque, tanto en lo económico como en resultados electorales.
Para colmo de males, Gustavo Petro en campaña manifestó que si fuese presidente le pediría a Ardila Lule que le vendiese al Estado su ingenio azucarero Incauca, para repartir esa tierra a campesinos, mensaje retador con el que le echó leña al fuego y dejó entrever que la expropiación podría ser una realidad y no un fantasma más del Castrochavismo, que podría estar cerca si se convirtiese Petro en presidente, porque se trata de tierras productivas, de una gran y antigua empresa que genera empleo y que contribuye con el PIB.
Así que por lo menos esos 2.535.900 votos restantes son VOTOS DUROS, de eso tengan la plena certeza. Igual que hay ciudadanos que deciden ir el día de elecciones al puesto de votación a votar y hay otros que deciden no ir y abstenerse de votar, o elegir votar en blanco o pintar un mamarracho y anular su voto, estos votantes no, sobre todo cuando se trata de una elección muy polarizada, donde o se elige a la extrema derecha o se elige a la extrema izquierda, y donde muchos fantasmas como el Castrochavismo y la realidad de Venezuela han tenido al país en vilo y ha llevado a rezagar algunos sectores de la economía hasta tanto se defina quién es el nuevo Presidente de Colombia. El temor es latente, es palpable.
El 17 de junio no sólo está en juego el poder político, también entran en ese juego los intereses del sector privado, de los grandes grupos empresariales del país, que tienen todo el poder económico y toda la capacidad de apoyo que ningún partido político puede brindar. Con toda seguridad, ninguno de ellos ni la gran cantidad de personas en las que pueden tener injerencia se van a quedar en su casa el 17 de junio o van a votar por Gustavo Petro. El miedo puede ser más fuerte que cualquier iniciativa loable.
Ante todo esto, Iván Duque, además del apoyo de los partidos políticos mayoritarios, absorbe entonces la mayor proporción de la votación de Sergio Fajardo, cambiando el cuadro de apoyos exclusivamente políticos y quedando así:
Independientemente de lo que pensemos, tratamos de ser lo más objetivos posibles en estos análisis, guiándonos pura y exclusivamente por las alianzas políticas que son de público conocimiento, por las votaciones obtenidas por las bancadas de cada partido que se adhirió a cada uno y siendo generosos con ambos candidatos. Sin contemplar siquiera la votación que ambos puedan captar de los abstencionistas y sin restar los incrementos que habrá en los votos en blancos. Unos suman y otros restan, pero son cálculos estimativos porque los votos no son endosables. La abstención fue de 46,62% y esa proporción corresponde a 17.147.226 posibles votantes que podrían ser convencidos de salir a votar el 17 de junio.
El próximo Presidente de Colombia es, sin lugar a dudas, el señor Iván Duque Márquez. Podemos decir que además, este candidato contó con la buena fortuna de llegar a la segunda vuelta con Gustavo Petro y no con Sergio Fajardo, con quien la segunda vuelta hubiese sido mucho más reñida, al tratarse en gran medida de los mismos votantes y de que las alianzas políticas de los partidos mayoritarios en una segunda vuelta se dividiesen.
Según nuestros cálculos, tratando de ser muy pesimistas y considerando el peor de los casos para ambos candidatos, porque es mejor reír que llorar por alimentar expectativas, Gustavo Petro sacará una votación cercana a los siete millones de votos, e Iván Duque aproximadamente 11 millones de votos atreviéndonos a decir que superará en gran número esa votación, la cual será, como ya lo manifestamos, un récord y por supuesto que no será exacta, pero sí muy cercana. Recordemos que Juan Manuel Santos llegó a la Presidencia en el debate pasado con 7´816.986 votos, muy cercano a la votación que obtuvo Duque en la primera vuelta.
¿Quién gana y quién pierde en la segunda vuelta?
Indudablemente gana la maquinaria política, la misma que muchos creyeron haber derrotado en la primera vuelta. En la segunda vuelta sale airosa y fortalecida, alineadas con Iván Duque y seguramente con varias cuotas burocráticas.
Ganan todos los partidos políticos mayoritarios.
Gana el MIRA, que pese a ser un partido pequeño, se la jugó desde la primera vuelta con Iván Duque.
Gana Viviane Morales y los grupos de Cristianos que lidera.
Pierde la Democracia al fortalecerse la maquinaria.
Pierde la división de poderes de todo Estado moderno. Los cálculos de la votación de las adhesiones a Iván Duque y la cantidad de curules que estas alianzas políticas dejan, políticamente asustan. Asustan porque el Presidente tendría el poder absoluto de dos ramas del poder público, y si logra unificar las altas cortes y nombrar al Fiscal General de la Nación, situación más que factible con tanto apoyo, tendría el manejo de las tres ramas.
Recordemos que el Congreso de Colombia está conformado por 268 congresistas:
- 102 senadores; 100 de la circunscripción nacional y 2 de las circunscripciones especiales indígenas; y
- 166 representantes: 161 de las circunscripciones territoriales, 2 de la circunscripción especial afrodescendientes, 1 de la circunscripción especial indígena y 1 de los colombianos en el exterior.
Esto significa que al ganar Iván Duque, tendría a su entera disposición el 80% del Congreso de la República, el 87% de la Cámara de Representantes y el 70% del Senado. Esto también indica que si ganase Gustavo Petro, poco y nada podría hacer con un Congreso en su contra.
Roguemos a Dios para que le de sabiduría, discernimiento y entereza de carácter al nuevo Presidente, para que ante cualquier decisión prime Colombia, el bienestar de los colombianos, la Constitución, la ley, y para que le permita llevar a nuestro país por el camino de la paz y la reconciliación. Nos lo merecemos, lo necesitamos.
[1] Según el DANE
[2] Según el índice accionario Colcap