25 de noviembre
General

Robot les enseña programación a niños de preescolar

Un prototipo de bajo costo para niños de entre 3 y 8 años permitirá que los menores se familiaricen de manera intuitiva con los conceptos básicos de la electrónica digital.

“Se trata de una herramienta de apoyo –que bien podría ser un juguete– a partir de la cual los niños unen una serie de bloques, con el fin de dar instrucciones relacionadas con movimientos izquierda-derecha, adelante-atrás y que después estas sean ejecutadas por un robot”, explica Ana María Moreno, estudiante de Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Bogotá.

Una vez finalizado el ensamblaje, gracias a una serie de conectores que detectan la secuencia lógica de los bloques, el niño se dirige a una estación base conformada por un chip programado con un sistema de identificación –que hace las veces de cerebro– con el fin de procesar la información para luego enviarla a través de una red inalámbrica a un robot con forma de conejo que busca zanahorias.

“Como todos los bloques están identificados con un número, cuando se lee la secuencia que se le ha asignado al niño, se envía la información al robot, el cual está dotado de una serie de ruedas y motores que hacen posible su desplazamiento”, precisa el estudiante Nelson Tovar.

Gracias a tres sensores ubicados en forma estratégica, el robot puede comunicarse con la estación para que el niño sepa si existe algún obstáculo, exceso o falta de luz, e intensidad del sonido ambiente. Si la programación se ha hecho con éxito, en la estación se enciende una luz verde, de lo contrario será roja.

“Aunque se trata de un proceso que al principio puede tardar 20 o 30 minutos, mientras el niño identifica cada uno de los bloques, cuando logra hacer su primer programa puede demorar un promedio de cinco minutos”, agrega la estudiante Moreno.

El sistema se complementa con la posibilidad de que los niños recreen sus propias historietas a partir de los fragmentos contenidos en cada uno de los bloques, de manera que tenga una secuencia narrativa directamente asociada con las imágenes correspondientes a cada parte del relato.

“La programación se puede comparar al hecho de contar una historia, porque equivale a describir de manera secuencial cómo y por qué se hace tal o cual movimiento”, precisa la estudiante, quien hace la analogía con la secuencia de un hilo conductor que permita darle orden y fluidez al conjunto de instrucciones.

Para estimular la creatividad y la imaginación de los niños, el sistema de módulos también contempla la posibilidad de dibujar sobre uno de los bloques, acompañado por un breve registro de voz que explique la imagen seleccionada para que se pueda incluir en el relato.

Pensamiento estructurado

Desarrollar desde los primeros años de vida un pensamiento estructurado, capaz de analizar y planear en forma coherente, es fundamental a la hora de incentivar el interés por la ciencia y la tecnología.

A partir del trabajo desarrollado con el profesor Carlos Iván Camargo, con el fin de enseñar principios de robótica a estudiantes del Distrito, los estudiantes Ana María Moreno y Nelson Tovar desarrollaron esta estrategia como su tesis de grado, la cual está encaminada a enseñar cómo funciona la programación, para lograr que los niños adquieran un pensamiento estructurado.

“Después de revisar lo que se había hecho en el campo de la programación tangible –o que se puede hacer con las manos y prescindir del contacto usual con un computador o tablet– encontramos proyectos como Google Blocks y otros que comercialmente son muy costosos o todavía forman parte de un proyecto académico”, precisa el estudiante Tovar.

Se estima que una vez finalizada la etapa de prototipado el producto se pueda llevar al mercado con un valor entre 50 y 100 dólares, capaz de competir con modelos de características similares que pueden costar hasta mil dólares. Agencia de Noticias U.N

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