23 de noviembre
Nacional

Un disidente de las Farc, el hombre más buscado de Colombia

La lista de los delincuentes más buscados hoy por las autoridades en Colombia no la encabezan ‘Otoniel’ (el jefe del ‘clan Úsuga’) ni los miembros del Comando Central del Eln.

El nuevo enemigo público n.º 1 de los colombianos es un ex-Farc que traicionó el proceso de paz y decidió seguir en el narcotráfico y la guerra. Es ‘Gentil Duarte’, la cabeza de las disidencias de los frentes 1, 7, 27, 16, 47 y 53 (precisamente, los históricamente más metidos con el narcotráfico de esa antigua guerrilla) y el hombre que todos los organismos de inteligencia y seguridad consideran la amenaza más fuerte para el posconflicto en Colombia.

La última noticia que se tiene de él es que se apareció hace tres semanas en una reunión de la junta de acción comunal de la vereda Nueva York, apenas a 20 minutos del casco urbano de San José, la capital del Guaviare. Allá habló unos seis minutos con los campesinos y repitió su discurso del último año: que él y sus hombres son las verdaderas Farc y que quienes firmaron la paz son los traidores al legado de ‘Manuel Marulanda’ y ‘Alfonso Cano’. 

Llegó en una ‘voladora’ por el río Inírida con seis hombres uniformados y armados de fusiles. La visita sorprendió porque llevaba meses escondido, desde que un francotirador del Ejército mató a ‘Euclides’, uno de sus hombres de confianza y quien fue jefe de los frentes 39, 52,54 y 62.

Ese golpe llevó a Miguel Botache Santillán, el verdadero nombre de ‘Duarte’, a replegarse por meses. Pero no estuvo, para nada, inactivo sino en plenos movimientos de expansión.

Por sus más de 30 años en la guerra, su ascendiente sobre las poblaciones de esas zonas selváticas y su proceso de expansión hacia el suroriente del país, incluido el Amazonas y las fronteras de Brasil y Venezuela, altísimas fuentes oficiales consideran hoy que capturar o dar de baja a ‘Gentil Duarte’ es una prioridad. 

De hecho, por su cabeza se ofrece una recompensa de hasta 5.000 millones de pesos, una cifra que solo se estaba pagando por la caída de Dairo de Jesús Úsuga, ‘Otoniel’. Con la gran diferencia de que este capo empezó desde el año pasado un intento para someterse a la justicia, desgastado por una persecución sostenida por más de dos años (las operaciones Agamenón I y II) que ha llevado a la muerte a sus principales lugartenientes.

EL TIEMPO tuvo acceso a una serie de documentos de las agencias de seguridad del Estado que evidencian el poder criminal de ‘Gentil Duarte’. Esos informes señalan que su disidencia empezó a finales del 2016 con 150 hombres y hoy cuenta con más de 500 en armas y otros 500 milicianos.

El apoyo de otros desertores de las Farc –‘Iván Mordisco’, ‘Jhon 40’ y ‘Rodrigo Cadete’– le da a la vez control sobre los negocios del narcotráfico y la experiencia militar del antiguo Bloque Oriental de las Farc. Y además del Guaviare está incursionando en alejadas veredas de Meta, Caquetá, Vichada y Guainía en las que la moneda corriente se llama coca.

Tomado de eltiempo.com

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