25 de noviembre
General

Cesar, la promesa de desarrollo de la región norte del país

 Casi medio siglo de vida institucional ha demostrado que fue un acierto la decisión y empeño  de quienes hace 50 años decidieron crear un nuevo departamento,  y lograr autonomía administrativa, restándole  un trozo de tierra al Magdalena Grande y agregando poblaciones de origen santandereano para crear este nuevo ente.

Desde entonces el desarrollo se aceleró en esta provincia que hace medio siglo se llama departamento del Cesar, gracias al esfuerzo y empeño de grandes líderes dentro de los que sobresalen Aníbal Martínez Zuleta, Crispín Villazón de Armas y José Antonio Murgas, entre otros hombres y mujeres visionarios, pertenecientes a todas las vertientes políticas, que lograron conquistar la aprobación de quienes debían dar un sí o una firma para la creación del soñado departamento.

Fue un proceso complejo, dado que en el Congreso de la República había surgido un cierto grado de apatía hacia las segregaciones para crear nuevos departamentos. Fue necesario tocar insistentemente las puertas de parlamentarios de distintos departamentos para lograr su favor, y conquistar voto a voto,  la aprobación de los concejos de los municipios que entrarían a ser parte del  nuevo ente. En ese proceso fue fundamental la música regional; acordeoneros, guacharaqueros y cajeros acompañaron a los dirigentes que eran precedidos por los cantos vallenatos, ante los cuales se fueron abriendo las puertas necesarias para lograr el propósito de creación del nuevo departamento.

Finalmente, el objetivo se logró por Ley 25 de junio de 1.967, la cual ordenó que el nuevo departamento fuera instalado en diciembre del mismo año, con un presupuesto asignado por la Nación de $ 5 millones. Es la más grande hazaña lograda hasta ahora por los cesarenses, que por primera vez se  ocuparon todos de la misma empresa, sin importar vertientes políticas, o credos.  Nació con 13 municipios que, 50 años después, han pasado a ser 25, en los cuales habita un poco más de Un Millón de habitantes.

El 21 de diciembre de 1.967 empezó a operar oficialmente el nuevo departamento del Cesar, con la posesión de su primer gobernador, Alfonso López Michelsen, de ancestros vallenatos, quien años más tarde se convirtió en uno de los presidentes mejor recordados de Colombia. Desde entonces, el desarrollo ha sido evidente, hay más vías pavimentadas, más centros hospitalarios, muchos más colegios y universidades, y aunque aún queda mucho por hacer, dado el rápido crecimiento poblacional, hay servicios públicos cada vez con mayor cobertura. 

A lo largo de estos años, el departamento ha tenido tiempos de evidente progreso y bienestar y también ha sufrido episodios de dolor. La misma tierra pacífica que acogió a miles de santandereanos que huían de la violencia en su tierra, sufrió luego fenómenos sociales complejos, los cuales, por fortuna, ha podido ir superando, paso a paso y con mucho esfuerzo, retomando en los años recientes el impulso para seguir transitando por un sendero que lleve al bienestar de sus habitantes.   

Esta tierra de acordeones y de cantos vallenatos convertidos en poesía, cumple un año más el próximo 21 de diciembre. Han sido 50 años de trabajo arduo por parte de los nacidos en este territorio en el que todos tienen puesta el alma y en el que nuestra música, única y universal, ha logrado cautivar el corazón del mundo entero.  En esta tierra, los reyes tocan acordeón, y reinan en compañía de la caja y la guacharaca. Cuando los tres instrumentos suenan, despiertan en el alma los sentimientos más bonitos, y juntos, son capaces de conquistar corazones.

Entre las fortalezas del Cesar está la fertilidad de su campo, su condición de ser la segunda cuenca lechera más grande de Colombia, sus minas de carbón que tienen gran representación en el Producto Interno Bruto colombiano; su variedad climática que incluye todos los pisos térmicos, lo cual permite cultivar casi cualquier producto agrícola, sumado a los tres grandes ecosistemas asentados en este territorio: La Serranía del Perijá que es la extensión de la Cordillera Oriental, el complejo cenagoso de La Zapatosa, que es la concentración de agua dulce más grande de América Latina y la Sierra Nevada de Santa Marta, que si bien es compartida por los departamentos de La Guajira y Magdalena, tiene su mayor extensión de territorio en este departamento.

Lo anterior, sumado a la riqueza musical y cultural y la alegría de su gente, ha convertido al Cesar, en un territorio próspero, fértil y dinámico, que resalta en todo el país.

Es el Cesar, la promesa de desarrollo de la región norte del país, es también, un territorio de paz, que a través de su historia, ha logrado edificar un próspero porvenir para todos sus habitantes.

Por Antonio Peralta

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