Nevis Troya, la madre que ni la muerte le arrebata su esperanza
Las lágrimas son el reflejo del dolor que embarga su alma. Una a una salen y ella no intenta hacer nada por detenerlas. Es ese sentimiento de madre, el que nunca falla, encargado de superar cualquier resignación, porque para Nevis Troya la resignación no existe.
“Nacer no es una experiencia, porque es accidental: nos pasa sin más, involuntariamente. La muerte sí constituye una experiencia, puesto que nos sobreviene contra nuestra voluntad”, dice Sándor Márai.
Esa voluntad nunca la tuvo Kaleth Morales, precisamente fue rebelde con causa hasta para morir: no se fue hasta no cumplirle el sueño a su padre Miguel Morales; ser médico. Y mucho menos a la música, a la que dejó huérfana una vez pasó a ser un fenómeno luego de su muerte, el 24 de agosto de 2005.
Para Nevis no coinciden las casualidades. El dolor está perenne en ella y la imagen de su hijo está en su mente. El niño risueño, pero gruñón a veces, ese mismo que se peleaba con sus hermanos y luego pedía permiso para cobrárselas a solas; el joven que a su padre le ocultaba su pasión con la música, pero frente a su madre era toda una estrella. Así podrían pasar páginas llenas de renglones con recuerdos, pero cuando Kaleth partió todo cambió. Se salió de lo común al combinar la poesía con sus vivencias y gustos. Su canción en honor a la guitarra, es más allá que una obra de dos estrofas y un coro; es Kaleth el humano agradecido.
Este jueves 24 de agosto, cuando se cumplieron 12 años de la muerte de Kaleth, Nevis Troya apareció en el cementerio Jardines del Ecce Homo como de costumbre. Un vestido blanco con rosas negras como adorno. Y sí, negras porque ese pasado oscuro quizá es lo más difícil para ella de sobrellevar, como el de toda madre. No habló con la prensa, prefirió secar sus lágrimas frente a la cámara y apagar su voz para dedicarse a mirar la tumba donde reposan los restos de su hijo mayor. Llora, llora y llora, su alma está llena de lágrimas y sus sueños terminan húmedos cuando viene el recuerdo de Kaleth a la mente.
Nevis es esa madre que comprendió el sentido de que la muerte pudo llevarse a su preciado hijo, pero no permite que la muerte le arrebate la esperanza de volver a verlo.
“Sé que cuando no estoy a su lado me extraña”… mi guitarra (Kaleth Morales).
Fotos Camilo Peralta.