Wilber Mendoza: Tras el legado del gran Colacho
A Wilber Mendoza el apellido lo obliga a estar presente en las grandes citas. Lo sabe, lo acepta y hasta lo disfruta. En teoría porque vive de sacarle melodías al acordeón, pero por sobre todas las cosas, porque es la oportunidad exacta para ratificar el talento que lleva en la venas, ese que heredó del gran Colacho Mendoza.
Exactamente 30 años después de que su padre se convirtiera en el primer Rey de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, a Wilber lo tocó ratificar en la Plaza Alfonso López que es un candidato serio para quedarse con la corona.
Y lo hizo con créditos. Esta vez, acompañado por Aníbal Alfaro en la caja y Luis Suárez en la guacharaca, se mostró seguro de lo que hacía y se robó los aplausos de una gran parcialidad que lo acompañó durante cada verso y cada melodía.
Wilber sabe que tiene sobre sus espaldas una gran responsabilidad, razón por la cual se apega a ese vallenato autóctono que aprendió de su padre y que le permitió ser Rey Vallenato en el año 2013.
De ahí su idea de mantenerse firme en su postura pese a los tiempos modernos y sus ganas de honrar la memoria de su padre, con otra corona, esa que le ganó nada más y nada menos que al Negro Grande Alejando Durán.
Mendoza promete quedarse con ella y en las notas de su acordeón encuentra las mejores herramientas para hacerlo, agrandar el legado de su padre y convertirse en leyenda.
Por: Arnol Murillo Rincón